13/1/08

***EL DOLOR DEL RECHAZO***



El dolor del rechazo




No por nada cuando tratamos de expresar el pesar del alma usamos las mismas palabras que las del sufrimiento físico. Al parecer, el rechazo social provoca exactamente la misma reacción en el cerebro que el dolor físico.
El mismo área del cerebro se "ilumina" en el escán.
Un equipo de investigadores estadounidenses experimentó con un grupo de voluntarios y un juego de computador diseñado para que los hiciera sentirse excluidos, mientras les tomaban un escán del cerebro.
El examen detectó actividad en la misma parte del cerebro que está asociada con el dolor físico.
Los expertos aseguran que el informe, de la Revista Science, es una muestra de cuán relevantes son los lazos sociales en nuestra anatomía.
Rechazo programado
Los investigadores involucrados en el estudio, de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), utilizaron un escán MRI para observar el cerebro de los voluntarios mientras manipulaban sus sentimientos.
Estos escáneres pueden detectar ligeros cambios en el fluido de la sangre a varias partes del cerebro -que señalan la región que está activa.
Para provocar la reacción correcta, crearon una ingeniosa simulación computarizada que recuerda los juegos de los parques infantiles.
De cada amor que tuve tengo heridas, heridas que no cierran y sangran todavía.
Tarde, José Canet
Los participantes veían una pantalla en la que parecía que estaban jugando a la pelota con otros dos personajes, representados por figuras animadas.
A los sujetos del estudio se les dijo que otras personas -reales- estaban controlando las figuras animadas, y que el juego era tirar la pelota entre los tres.
Pero no existían otros humanos jugando. Los "compañeros de juego" eran controlados por la computadora que se ocupaba de incluir al voluntario en el juego al principio y después lo dejaba por fuera.
Era entonces que el escáner detectaba que un área clave del cerebro se "iluminaba" -un área que se sabe está asociada con la respuesta del cerebro a sentimientos desagradables causados por el dolor físico.
Para asegurarse de que no se trataba de frustración sino de dolor, antes de empezar el juego los investigadores pretendían que los controles no funcionaban bien y de esa manera desechaban esa posibilidad.
Un instinto poderoso
Los autores del estudio concluyen que: "la evidencia sugiere que parte de la misma maquinaria neurológica utilizada en la experiencia del dolor podría también estar asociada con la separación o el rechazo social".
Los sentimientos inducidos por los juegos experimentales en el laboratorio no son ni la sombra de los que se producen en la vida real -la experiencia de los humanos y otros animales cuando pierden de repente el apoyo social
Dr. Jaak Pankseep, del Centro de Neurosciencia, Mente y Comportamiento de Ohio
Para el doctor Jaak Panksepp, del Centro de Neurosciencia, Mente y Comportamiento de la Universidad Bowling Green State de Ohio, los sentimientos causados por la exclusión social son instintos muy poderosos tanto en humanos como en otros animales.
"Los sentimientos inducidos por los juegos experimentales en el laboratorio no son ni la sombra de los que se producen en la vida real -la experiencia de los humanos y otros animales cuando pierden de repente el apoyo social".
"El dolor físico en los humanos, especialmente la tristeza y la soledad intensa, podrían compartir algunos de los mismos senderos neurológicos que elaboran el dolor físico", señala Panksepp.
"Dada la dependencia de los mamíferos jóvenes en quienes los cuidan, es difícil desestimar la importancia en términos de supervivencia que le confiere el cerebro tanto a los lazos sociales como a las cualidades afectivas que acompañan al dolor físico", explica el experto.


Enviado por Paula Cañeque Socorro. Centro Asociado de Las Palmas de Gran Canaria

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